El Cine de Leopoldo Torre Nilsson en su centenario

Leopoldo Torre Nilsson fue un director visionario que supo capturar la complejidad de las emociones humanas a través de sus películas, explorando temas profundos y sociales con una sensibilidad única. Su legado en el cine argentino perdura hasta hoy, siendo reconocido como un cineasta de autor que dejó una huella imborrable en la historia del cine nacional.

Explorando la filmografía del director en su centenario

El cineasta argentino Leopoldo Torre Nilsson (Buenos Aires, 5 de mayo de 1924- Buenos Aires, 8 de septiembre de 1978) fue una figura destacada en la industria cinematográfica durante las décadas de los ’50 y ’60. En Beatriz Guido: Regreso con gloria de la escritora más exitosa | Noticiascolaboración con su esposa, la escritora Beatriz Guido, marcó un hito en la adaptación de obras literarias al cine, renovando las formas de narrar tanto en el cine como en la literatura de la época. A pesar de enfrentar obstáculos iniciales, logró desarrollar un estilo propio y ambicioso, basado en la exploración de la ambigüedad y la complejidad de las emociones humanas a través de sus películas.

En los años 60, directores como Godard, Truffaut, Antonioni, Bergman y Tarkovsky en Europa fueron precursores de un nuevo estilo cinematográfico, marcando un antes y un después en la forma de trabajar las historias y las imágenes en el cine. En Argentina, durante esa época, surgió el nuevo cine argentino, representando una ruptura con las formas tradicionales de operar con lasBeatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson: el cineasta y su adorable mentirosa - LA NACION imágenes. Leopoldo Torre Nilsson fue uno de estos directores, con una visión única sobre la vida en ese período, colaborando con Beatriz Guido para crear películas que exploraban las incertidumbres de los individuos, parejas y familias, con una atmósfera siniestra y llena de secretos no revelados.

Comenzó su carrera con una ventaja considerable, ya que su padre fue una figura clave en la construcción de los cimientos del cine argentino. Este privilegio le permitió desenvolverse con mayor libertad y explorar las historias y sus límites. A pesar de la fuerte censura cinematográfica en Argentina en la década de 1950, Nilsson logró estrenar sus películas y continuar su trabajo como director. Su estilo cinematográfico se basaba en obras literarias de renombre, buscando la coincidencia entre las obras adaptadas y las imágenes, captando las reacciones psíquicas a través de los rostros de los personajes.

Grandes de la Escena Nacional - ALFREDO ALCON dirigido por LEOPOLDO TORRE NILSSON en el rodaje de "Un guapo del 900" (1960) ALFREDO ALCON (1930-2014) debutó en cine en "El amor nuncaEl trabajo en conjunto de Leopoldo Torre Nilsson y Beatriz Guido fue fundamental en la producción cinematográfica y literaria de la época. Guido se centraba en un enfoque dramático de la realidad social y política argentina, así como en las cavilaciones psicológicas de personajes muchas veces oprimidos. Su influencia en la transposición al guión cinematográfico y su participación en la creación de películas que exploraban temas profundos la consolidaron como una figura relevante en la cultura argentina. La asistencia entre ambos renovó las formas de narrar en el cine y la literatura, generando intensos debates políticos en la época.

A lo largo de su carrera, desarrolló un estilo cinematográfico único, explorando la ambigüedad y la complejidad de las emociones humanas a través de sus películas. En los años 60, Nilsson logró reconocimiento entre sus colegas y continuó produciendo películas que abordaban temas sociales y políticos de manera profunda. Su cine representaba una apuesta firme al cine argentino, en contraposición al avance del consumismo y la importación de películas extranjeras.

En la década de 1970, la filmografía de Torre Nilsson reflejó una nueva perspectiva, explorando mundos en ruinas y personajes corruptos que se enfrentaban a las consecuencias de sus actos. Con la colaboración del actor Alfredo Alcón, dieron vida a personajes sin límites, mostrando la versatilidad y profundidad de su trabajo. A lo largo de su carrera, Torre Nilsson forjó sólidos vínculos con escritores, productores y actores, creando un universo ficcional único en cada una de sus películas.

La filmografía de Leopoldo Torre Nilsson es un testimonio de su talento y su impacto duradero en el cine argentino, reflejando su habilidad para capturar la complejidad de la condición humana a través de la lente cinematográfica. Su legado continúa inspirando a cineastas y amantes del cine por igual.

El estilo de su Filmografía

A 100 años del nacimiento de Leopoldo Torre Nilsson – Radio NacionalLeopoldo Torre Nilsson, una figura emblemática del cine argentino, dejó una huella imborrable en la industria cinematográfica con una prolífica carrera que abarcó desde la década de 1940 hasta su fallecimiento. En un período de 26 años, desde 1950 hasta 1976, creó 28 films que reflejan su maestría y visión única.

Inició su trayectoria como asistente de dirección bajo la tutela de su padre, Leopoldo Torres Ríos, y pronto se destacó con su primer cortometraje, “El muro”, en 1947. Este trabajo, basado en un cuento de su autoría, marcó el comienzo de su camino en el cine de autor. En 1950, junto a su padre, realizó “El crimen de Oribe”, inspirada en la novela de Adolfo Bioy Casares, dando inicio a una serie de adaptaciones literarias que se convertirían en su sello distintivo.

Las películas de Torre Nilsson se presentaron en prestigiosos festivales internacionales, incluyendo Cannes, Berlín y Moscú, consolidando su reputación como un cineasta de renombre. Su obra representa una etapa crucial en la evolución del cine argentino, caracterizada por un pluralismo La casa del ángel - Wikipedia, la enciclopedia libreideológico y la superación de una censura obsoleta, especialmente significativa en el contexto post-1983.

Con “La casa del ángel” (1957), Torre Nilsson alcanzó un reconocimiento internacional sin precedentes para un director argentino, gracias a la entusiasta recepción de la crítica europea. Su vida, marcada por una cultura autodidacta y una tensión entre sus raíces criollas y europeas, se refleja en su obra, que abarca desde el existencialismo hasta los cineclubes.

Aplaudido por su “cine de autor”, Torre Nilsson abordó temas como la decadencia moral de la oligarquía, el peso del pasado y las complejidades de las relaciones humanas, con un estilo propio que a veces evocaba a Buñuel o Bergman. Conocedor de las limitaciones de la industria, experimentó con producciones independientes y colaboraciones internacionales, y hacia el final de su carrera, incursionó en la publicidad televisiva de alta calidad.

A pesar de la constante persecución de los censores, Torre Nilsson mantuvo su integridad artística y su compromiso con la narrativa provocativa. Sus películas, difíciles de clasificar, abarcan desde adaptaciones literarias como “Boquitas pintadas” (1974) hasta obras de “cine-espectáculo” como “La mafia” (1972) y “El pibe cabeza” (1975), así como ensayos políticos al estilo de Buñuel en “Los traidores de San Angel” (1967).

«La Casa del Ángel» es una película argentina dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, estrenada en 1957. Es una adaptación de la novela homónima escrita por Beatriz Guido. La película es considerada una obra destacada del cine argentino y ha sidoLa casa del ángel elogiada por su estilo visual único y su narrativa intensa.

La trama se desarrolla en un ambiente rural y sigue la historia de una joven llamada Ana, interpretada por Elsa Daniel, quien vive en una casa de campo con su madre y su hermana menor. La llegada de un forastero, interpretado por Lautaro Murúa, desencadena una serie de acontecimientos que revelan secretos oscuros y conflictos familiares profundos.

Uno de los aspectos más destacados es su enfoque en los conflictos psicológicos y emocionales de los personajes. Torre Nilsson utiliza una narrativa visual y simbólica para explorar temas como la represión, la sexualidad reprimida y las tensiones familiares. La película se desarrolla en un entorno La casa del ángel - Socio Espectacularclaustrofóbico, la casa de campo, que sirve como metáfora de las limitaciones y opresiones que enfrentan los personajes.

En cuanto a la dirección de Torre Nilsson, se destaca su habilidad para crear una atmósfera inquietante y tensa. Utiliza el encuadre, la iluminación y el montaje de manera magistral para intensificar la sensación de paranoia y suspenso a lo largo de la película. Además, la elección de locaciones rurales refuerza la sensación de aislamiento y encierro que experimentan los personajes.

El elenco también juega un papel crucial en el éxito de la película. Elsa Daniel entrega una actuación memorable como Ana, mostrando la complejidad emocional de su personaje. Lautaro Murúa aporta una presencia magnética como el forastero misterioso, que desencadena la intriga y el conflicto en la historia.

En resumen, «La Casa del Ángel» es una obra cinematográfica notable que combina una narrativa psicológica profunda con una dirección visualmente impactante. Su exploración de temas universales como la represión y la lucha por la libertad la convierte en una película relevante y conmovedora hasta el día de hoy.

Premios y nominaciones

La película se basa en una novela escrita por Beatriz Guido, distinguida con el Premio Emecé en 1955. Más tarde, en la 18.ª edición de los Premios Globo de Oro, la película fue nominada en la categoría de “Mejor Película de Habla No Inglesa”. Además, compitió por la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

La película de Torre Nilsson es fascinante en su meticulosa estética y su habilidad para capturar la esencia de los años 20 en Buenos Aires. El manejo magistral de la luz, la sombra y las técnicas de cámara sumerge al espectador en esa atmósfera histórica.

La narrativa, que desvela la hipocresía de la clase dirigente y el declive de las instituciones, sigue siendo relevante en la actualidad. Aunque la música puede parecer anticuada, contribuye a la autenticidad histórica.

Además, la película aborda la subjetividad femenina y critica temas desde la política hasta la religión, mostrando la profundidad y relevancia del film más allá de su contexto original. Es un testimonio del poder del cine para reflejar y cuestionar la sociedad, recordándonos que ciertos aspectos humanos y sociales perduran a lo largo del tiempo.

La Casa del Ángel

Fin de fiesta” es un largometraje argentino en blanco y negro dirigido por Leopoldo Torre Nilsson, quien Fin de fiesta | Encuesta de cine argentinotambién coescribió el guion junto a Ricardo Luna y Beatriz Guido, basándose en la novela de esta última. La película, que se estrenó el 23 de junio de 1960, contó con las actuaciones de Lautaro Murúa, Graciela Borges, Leonardo Favio, Osvaldo Terranova y Arturo García Buhr. Juan Sires participó como productor ejecutivo y un futuro director de cine y fotografía colaboró como camarógrafo. Por su trabajo en esta película, Torre Nilsson fue nominado al premio Oso de Oro como mejor director en el Festival Internacional de Cine de Berlín.

Sinopsis

Durante el convulso período entre la caída de Hipólito Yrigoyen y el golpe de Estado de 1943, un joven nieto de un caudillo bonaerense se ve atrapado en los asuntos de su abuelo. La admiración por un matón de su abuelo lo lleva a descubrir un mundo de corrupción y secretos en la Provincia de Buenos Aires durante la llamada “década infame”. Esta historia revela cómo las lealtades familiares y los oscuros entramados políticos pueden cambiar el rumbo de una vida.

Reparto

Premios y reconocimientos

  • 1960: Festival de Berlín: Sección oficial de largometrajes

En cuanto a su reconocimiento, “Fin de fiesta” fue clasificada en el puesto 31 en una encuesta realizada en el año 2000 por el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken sobre las 100 mejores películas del cine argentino. Más adelante, en una encuesta actualizada en 2022 por las revistas especializadas La vida útilTaipei y La tierra quema, y presentada en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, la película se posicionó en el puesto 50.

Comentarios

La Nación dijo:

”Expresión de un cine adulto, provisto de medios competentes (tanto técnicos como humanos),…puede considerarse como un trabajo cuidado, formalmente casi impecable, reflejo de la capacidad de Torre Nilsson como realizador.”

La Razón comentó sobre el filme:

”(en el libreto) se encuentran las principales fallas…La superficialidad periodística en el tratamiento de los acontecimientos políticos, la falta de convicción en las relaciones familiares, la brusquedad fragmentaria de los episodios se hacen presentes sin ningún disimulo.”

Por su parte Manrupe y Portela escriben:

”El final de una época de la política y el país y la búsqueda de modelos en uno de los films de Torre Nilsson más comprometidos con la realidad histórica del país. Ya también uno de los últimos de la mejor etapa del director.”
“Fin de fiesta” me parece una película que refleja el talento y la habilidad de Leopoldo Torre Nilsson como director. Me impresiona cómo logra ofrecer una visión madura y competente del cine, demostrando destreza tanto en los aspectos técnicos como en la dirección de actores. No obstante, he notado que la película ha sido objeto de críticas por algunas debilidades en su guion, especialmente por lo que considero un tratamiento algo superficial de los eventos políticos y una representación de las dinámicas familiares que, en ocasiones, carece de profundidad. A pesar de estos aspectos, considero que “Fin de fiesta” es una pieza clave en la obra de Torre Nilsson y un hito importante en la evolución del cine argentino.

 

«La Guerra del Cerdo» es una película argentina dirigida por Leopoldo Torre Nilsson, basada en la novela homónima de Adolfo Bioy Casares. Fue estrenada en 1975 y es considerada una de las obras más importantes del cine argentino.

La trama gira en torno a un hombre llamado Emilio Renzi, interpretado por José Slavin, quien comienza a experimentar una serie de sucesos extraños y perturbadores en su vida cotidiana. A medida que avanza la historia, Renzi se sumerge en un mundo oscuro y surrealista, donde la paranoia y la locura se apoderan de él.

La Guerra del Cerdo es una película que aborda temas como la alienación, la violencia y la decadencia moral, y ha sido aclamada por la crítica por su atmósfera inquietante y su profunda exploración de la psicología humana.

Argumento

La película es una adaptación de la novela homónima de Adolfo Bioy Casares y nos sumerge en un Buenos Aires distópico y violento, donde se desencadena una persecución implacable contra los ancianos. Este sombrío escenario sirve como una metáfora poderosa de la desvalorización de la vejez y la obsesión patológica por la juventud, reflejando una sociedad que favorece a los jóvenes en detrimento de los mayores. La narrativa sigue a un hombre que, al borde de la vejez, se ve obligado a enfrentar esta cruel realidad donde la juventud tiene el poder de eliminar a los viejos, lo que convierte al film en una profecía inquietante sobre el culto a la juventud y sus consecuencias.

Reparto

Comentarios

Edmundo Eichelbaum opinó en El Cronista Comercial:

”No hay…defectos de filmación ni de armado del film. Los errores provienen todos de una adaptación cauteloso pero privada de sutilezas que eran indispensables.”

Agustín Mahieu escribió en La Opinión:

”Un film desigual, que conserva aspectos esenciales del texto, pero los reduce a sus hitos más concretos y anecdóticos…Se advierte…cierta falta de invención visual y estilística. Casi todo el relato traduce una corrección profesional, pero extrañamente despojada de audacia.”

Leopoldo Torre Nilsson, en su característico estilo, nos presenta una obra que explora la tensión entre jóvenes y viejos en un contexto que evoca la oscuridad y la opresión. Aunque la película logra ser perturbadora y refleja la atmósfera opresiva que vivían los ancianos, hay aspectos de la historia que podrían haberse desarrollado más, según el análisis del espectador. La dirección de Nilsson y la actuación de Slavin son puntos fuertes, destacando la capacidad del director para crear una narrativa envolvente.

La película se sitúa en un momento histórico de Argentina, sirviendo como una metáfora del terrorismo que asolaba al país. Los jóvenes, en su discurso y acciones criminales, reflejan el lenguaje y las tácticas de los terroristas de la época, deshumanizándolos hasta el punto de justificar actos atroces contra los ancianos, incluso contra sus propios padres.

A pesar de no ser considerada una obra maestra, la película es significativa por su representación del estado del país en aquel entonces, optando por una alegoría de la guerra entre generaciones en lugar del conflicto político directo de derecha contra izquierda. Las interpretaciones son adecuadas y los diálogos, aunque incisivos, a veces pierden naturalidad al intentar transmitir ideas complejas o réplicas ingeniosas.

En resumen, la película de Torre Nilsson es una pieza interesante del cine argentino que, si bien no alcanza la brillantez, demuestra la habilidad del director para capturar y representar un momento crítico de la historia argentina a través de una lente única y provocativa.

La guerra del cerdo

Mostrar más
Botón volver arriba