«El Artista Multifacético que Marcó el Cine Argentino»

«Su Fascinante Vida»

Fue un actor, comediante y guionista argentino que dejó una huella profunda en la historia del cine nacional. Nació en Buenos Aires el 24 de agosto de 1876 y su vida llegó a su fin trágicamente en la misma ciudad el 25 de marzo de 1941. Su existencia fue un verdadero caleidoscopio de talentos y aventuras. A los 14 años consideró la vida sacerdotal, pero a los 16 ya se encontraba cazando lobos en la Patagonia. En 1910, obtuvo su licencia de piloto, demostrando así su espíritu aventurero. Sus andanzas lo llevaron hasta París, donde, después de malgastar su fortuna en fiestas y casinos, trabajó como cantor criollo e incluso se dedicó al contrabando en Puerto Deseado.

«Para un Excelente Guion: El Actor y su Audaz Vida de Contrabandista en el Sur Argentino».

Florencio Parravicini, además de ser una figura destacada en el cine y teatro argentino, vivió una vida llena de aventuras que lo llevaron a rincones inesperados de su país. Entre los aspectos menos conocidos de su vida, se encuentra su actividad como contrabandista en el sur de Argentina, una faceta que demuestra su espíritu audaz y su inclinación por el riesgo.

Durante un periodo de su juventud, después de haber dilapidado su fortuna en París, Parravicini regresó a Argentina en busca de nuevas oportunidades y experiencias. Fue entonces cuando se asentó temporalmente en la región de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, un puerto remoto en la Patagonia argentina. Este lugar, con su vasto y escasamente poblado entorno, era un punto estratégico para actividades de contrabando, aprovechando su relativa lejanía de las autoridades centrales y la difícil geografía.

En Puerto Deseado, Parravicini se involucró en el contrabando, una actividad que en ese tiempo no solo era común sino también rentable en áreas tan apartadas. El contrabando incluía todo tipo de bienes, desde productos de lujo traídos de Europa hasta mercancías que cruzaban la frontera desde Chile o incluso desde barcos que llegaban clandestinamente a las costas patagónicas.

Su rol en estas actividades no está completamente documentado, pero se sabe que usó su ingenio y carisma para abrirse camino en este mundo arriesgado. Parravicini, conocido por su capacidad para adaptarse a distintas circunstancias, aprovechó su talento para desenvolverse en un ambiente dominado por la incertidumbre y el peligro. Se dice que la experiencia como contrabandista no solo le permitió sobrevivir en un momento de crisis personal, sino que también le ofreció una riqueza de historias y vivencias que luego incorporaría en su carrera artística.

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Su carrera artística comenzó a los 30 años, cuando debutó en el Teatro Apolo, rápidamente convirtiéndose en una estrella de la escena local. Su versatilidad y carisma lo llevaron a participar en más de trescientas obras teatrales y películas, donde su capacidad para reinventarse y comercializar su imagen fue legendaria. Se casó con Sara Piñeyro y tuvo una breve incursión en la política, siendo elegido concejal porteño.

En el cine, Parravicini dejó una marca imborrable tanto como actor como guionista. Escribió y protagonizó películas que se convirtieron en clásicos del cine argentino, como «Hasta después de muerta» (1916), donde plasmó su visión creativa en la gran pantalla. Su trabajo en «Los muchachos de antes no usaban gomina» (1936) y «Tres anclados en París» (1938) lo consolidó como una figura central del cine nacional. Sin embargo, su mayor logro como guionista y actor fue «Melgarejo» (1937), una película que reflejó su talento narrativo y su habilidad para crear personajes memorables.

Desafortunadamente, a finales de la década de 1930, fue diagnosticado con cáncer, lo que lo sumió en una profunda depresión que culminó en su suicidio en 1941. A pesar de su trágico final, su legado perdura en las calles que llevan su nombre en Buenos Aires y Córdoba, y en la película biográfica «Flop» (1990), que rinde homenaje a su vida y obra.

Este episodio de su vida es reflejo de su carácter intrépido, dispuesto a explorar los límites de lo permitido y a enfrentarse a situaciones extremas con la misma naturalidad con la que subía a un escenario. Aunque su faceta de contrabandista fue solo una pequeña parte de su vida, contribuyó a forjar la personalidad multifacética de Parravicini, la cual se vería reflejada en sus actuaciones y en los personajes que interpretó en el cine y el teatro.

La experiencia adquirida en los ambientes duros y desafiantes del sur argentino, donde las leyes eran flexibles y la supervivencia requería ingenio y audacia, indudablemente enriqueció su comprensión del mundo y de la condición humana, algo que Parravicini supo trasladar a su arte con gran maestría. Esta faceta, aunque menos conocida, añade una capa fascinante al legado de un hombre que vivió su vida al máximo, siempre en busca de nuevas aventuras y emociones.

La filmografía de Florencio Parravicini y la documentación de su vida artística son testimonio de su pasión por el cine y su contribución al arte argentino. Su nombre es sinónimo de versatilidad, talento y una vida llena de historias que aún resuenan en la cultura popular. Además de los papeles mencionados, interpretó otros roles destacados en el cine argentino, como:

Filmografía

Como libretista

•  Hasta después de muerta (1916)

Autor de la idea original

•  Luisito (1943)

Autor

• Melgarejo  (1937)

Intérprete

• • Carnaval de antaño (1940)
  • Margarita, Armando y su padre (1939)
  • La vida es un tango (1939)
  • El diablo con faldas (1938)
  • Noches de Carnaval (1938)
  • Tres anclados en París (1938)
  • Melgarejo (1937)
  • Los muchachos de antes no usaban gomina (1936) como Gervasio Ponce, el Mocho
  • Por mi bandera (1917 ?)
  • Tierra argentina Dios te bendiga (1917 ?)
  • Hasta después de muerta (1916)

Estos filmes reflejan su capacidad para cautivar al público con sus interpretaciones en la pantalla grande. Su trayectoria cinematográfica es un legado significativo en la historia del cine argentino. Además, otros roles destacados incluyen:

1. «Por mi bandera» (1917?)
2. «Tierra argentina, Dios te bendiga» (1917?)
3. «Luisito» (1943)

Cada una de estas películas contribuyó a su reputación como uno de los actores más versátiles y talentosos de su generación, dejando una marca indeleble en el cine argentino.

Sus logrós

Una serie de logros significativos a lo largo de su carrera artística:

1. Versatilidad y Reconocimiento: Su habilidad para destacarse tanto en el teatro como en el cine, participando en más de trescientas obras y películas, lo posicionó como una figura fundamental en la escena artística argentina.
2. Carrera como Guionista: Fue pionero en la escritura de guiones cinematográficos en Argentina, siendo su obra más conocida «Melgarejo» (1937), que también protagonizó.
3. Éxito Comercial e Imagen Pública: Creó un personaje público llamativo y comercialmente explotable, convirtiéndose en una figura popular y rentable para la industria del entretenimiento de la época.
4. Logros Políticos: Su breve pero exitosa incursión en la política, donde fue elegido concejal porteño, refleja su carisma y popularidad más allá del arte.
5. Legado y Homenajes: Tras su muerte, se le rindieron homenajes y se nombraron calles y avenidas en su honor en ciudades como Buenos Aires y Córdoba, un testimonio duradero de su impacto en la sociedad argentina.
6. Biopic «Flop»: Su vida fue llevada al cine en la película «Flop» (1990), protagonizada por Víctor Laplace, lo que demuestra que su historia y legado continúan siendo relevantes para las generaciones posteriores.

Estos logros, junto con su trayectoria, han consolidado a Florencio Parravicini como uno de los artistas más completos y queridos de la Argentina del siglo XX.

Como Guionista y Actor Protagónico

Hasta después de muerta es una película argentina muda y en blanco y negro de 1916 dirigida por Ernesto Gunche y Eduardo Martínez de la Pera, sobre un guion de Florencio Parravicini. Es protagonizada por Florencio Parravicini, Pedro Quartucci, Orfilia Rico y Enrique Serrano.

Producción y Restauración

Fue la primera película filmada en la galería ubicada en Andrés Arguibel al 2800, una construcción de Ernesto Gunche y Eduardo Martínez de la Pera, financiada con las ganancias de su exitoso filme «Nobleza gaucha». El film, que aborda la temática burguesa y ciudadana con toques de comicidad dentro de un contexto melodramático, es un reflejo de la personalidad múltiple de su protagonista y argumentista, Florencio Parravicini.

Con el paso del tiempo, todos los elementos originales en 35mm del film se perdieron. Sin embargo, una copia en 16mm fue conservada por el coleccionista Manuel Peña Rodríguez y luego transferida al Fondo Nacional de las Artes. En 1971, el técnico Fernando Vigévano realizó un internegativo en 16mm, que se conserva en el Museo del Cine de Buenos Aires. Esta copia fue restaurada en el laboratorio Cinecolor, donde se ajustó la velocidad, se agregaron virados para las escenas nocturnas y se corrigieron los intertítulos ilegibles. Finalmente, el Museo del Cine realizó una copia en HD a partir del negativo 16mm, que fue exhibida en la 18ª edición del BAFICI en 2016, cien años después del estreno original.

Sinopsis y Temática

Película que inicia en la tumba de una joven, desarrollando su historia a través de un extenso flashback. La trama, que alterna entre momentos cómicos y dramáticos, sigue a la joven y a un par de estudiantes de medicina, abordando principalmente una temática burguesa y urbana. Florencio Parravicini, quien fue tanto guionista como actor principal, imprimió su personalidad multifacética en el film, que equilibra el melodrama con toques de comicidad.

Género  Drama | Cine mudo

Reparto

María Ladrón de Guevara

Florencio Parravicini

Pedro Quartucci

Orfilia Rico

Enrique Serrano

Silvia Parodi

Crítica

El crítico Pablo C. Ducros Hicken destacó la película como “el primer film nacional de manufactura artística, gran realización y riqueza de presentación”, subrayando su importancia en la historia del cine argentino.

Hasta después de muerta

Como protagonista (Don Carlos Contreras)

La vida es un tango es un clásico del cine argentino que captura la esencia del tango, no solo como danza sino también como expresión cultural profunda de Argentina. La película, dirigida por Manuel Romero, es una obra que entrelaza la música con una narrativa visual cautivante, reflejando la pasión y el drama inherentes al género.

La actuación de Florencio Parravicini es particularmente destacada, ofreciendo una interpretación que toca las fibras más sensibles del espectador. La habilidad de Romero para tejer una historia que viaja a través de Buenos Aires, París y Nueva York, sin abandonar los Estudios Lumiton, es una muestra de la magia del cine que trasciende las limitaciones de la realidad.

La película no solo es un homenaje al tango, sino también a la capacidad del cine de transportarnos a mundos donde la música y la emoción se entrelazan de manera inseparable.

Reparto

Florencio Parravicini

Tito Lusiardo

Hugo del Carril

Sabina Olmos

Música

Samuel Castriota

José Padilla

Enrique Santos Discépolo

Alberto Soifer

Alberto Vacarezza

Pascual Contursi

Enrique Delfino

Manuel Romero

Género  Musical. Romance. Comedia | Música

Sinopsis

El romance, con sus rupturas y reencuentros, entre una chica (Sabina Olmos) y un muchacho (Hugo del Carril) que quieren triunfar con el tango.

Comentario

El público la recibió de manera positiva, ya que se describe como una «deliciosa comedia». El crítico Daniel López, en La Razón, destacó que Romero escribió la película hilvanando letras de tangos y que, a pesar de ello, hay tiempo para narrar la historia entre los personajes Hugo y Sabina, que se desarrolla entre Buenos Aires, París y Nueva York. Esto sugiere una apreciación tanto del contenido musical como de la narrativa de la película.

La vida es un tango