🌟 R͙e͙c͙o͙r͙d͙a͙m͙o͙s͙ e͙l͙ c͙u͙m͙p͙l͙e͙a͙ño͙s͙ d͙e͙ 🌟 Tato Bores • A sus 100 años •

 Un ícono del humor político argentino

Tato Bores cumpliría 96 años: sus frases y monólogos que siguen vigentes - LA NACIONMauricio Borensztein, conocido como Tato Bores, nació el 27 de abril de 1925 en Buenos Aires y falleció el 11 de enero de 1996. Su vida y carrera son un testimonio de cómo el humor puede ser un poderoso vehículo para la crítica social y política en un país marcado por la inestabilidad. Con más de 50 años de trayectoria, Bores se consolidó como el «Actor Cómico de la Nación», participando en diecinueve películas, diversos programas de televisión y obras de teatro. Su legado perdura en la memoria colectiva de los argentinos, convirtiéndose en un referente no solo del entretenimiento, sino también de la crítica social.

Los primeros pasos en el escenario

Bores comenzó su carrera en 1945, cuando su talento fue descubierto en la radio por el guionista Julio Porter. Fue en este medio donde adoptó el seudónimo «Tato Bores», marcando el inicio de una trayectoria que lo llevaría a convertirse en una figura central del humor argentino. Su ingenio y agudeza lo llevaron a compartir escenario con grandes como Pepe Arias, estableciendo las bases de un estilo que fusionaba el humor con la crítica política.

Un maestro en la televisión

La televisión se convirtió en el verdadero hogar de Tato Bores, donde su humor político resonó profundamente en una audiencia que buscaba alivio y reflexión. Desde 1957, su participación en programas como La familia GESA y Tato, siempre en domingo lo consagró como un ícono del entretenimiento argentino. A través de monólogos rápidos y surrealistas, Bores abordó la realidad política del país, convirtiendo su programa en un espacio de análisis y crítica. En un contexto de censura, su valentía para tratar temas delicados lo convirtió en un símbolo de resistencia, donde la risa se transformó en un acto de desafío.

La risa como arma de crítica social

El humor de Tato Bores no solo entretenía; también servía como un mecanismo de crítica social. A través de la ironía y la parodia, desnudaba las incoherencias de los discursos oficiales, reflejando las tensiones y contradicciones de la política argentina. Su legado trasciende el entretenimiento, consolidándose como una herramienta clave para reflexionar sobre la identidad y la memoria nacional.

Evolución de su programa y legado mediático

La evolución de su programa se puede dividir en tres fases:

  1. Primera fase (1960-1974): En un contexto marcado por la censura, el humor se convirtió en una forma de resistencia y crítica velada.
  2. Segunda fase (1983-1993): Con el regreso de la democracia, Bores se centró en temas como la corrupción, asumiendo el rol de un educador que denunciaba desde el consenso.
  3. Fase póstuma: Se revisita la historia argentina a través de su figura, reflejando los cambios en la televisión y la cultura mediática.

Su influencia es palpable en la obra de muchos artistas contemporáneos, quienes lo citan como una de sus principales inspiraciones. Sin embargo, esta herencia plantea una pregunta crítica: ¿qué sucede cuando el humor se convierte en una mera repetición de fórmulas exitosas, en lugar de un vehículo de crítica genuina?

Un legado complejo

Tato Bores es, sin duda, un ícono del humor argentino, pero su legado es complejo. Su obra invita a la reflexión sobre el papel del humor en la actualidad. En un mundo donde la risa puede ser utilizada tanto para la crítica como para la complacencia, es esencial recordar que el verdadero humor debe desafiar, no solo entretener. La risa de Bores resuena aún, dejándonos con una pregunta fundamental: ¿estamos dispuestos a reírnos de nosotros mismos y a cuestionar nuestra realidad?

En un país donde la política y el entretenimiento a menudo se entrelazan, Tato Bores se erige como un faro de ingenio y valentía. Su legado sigue vivo, inspirando a nuevas generaciones de comediantes y críticos a encontrar su voz en el tumultuoso paisaje de la política argentina, recordándonos que el humor puede ser tanto un espejo como una espada, reflejando la realidad y desafiando el statu quo.

Entre el humor político y la magia del Cine

El actor que traspasó la pantalla

Tato Bores es recordado como el maestro del humor político argentino. Su capacidad para desafiar el poder con monólogos veloces y llenos de ironía lo convirtió en una figura irreemplazable de la televisión. Pero su talento no se limitó a la pantalla chica: también incursionó en el cine, dejando huella en varias producciones que reflejaban su versatilidad.

El salto al Cine

Su debut cinematográfico ocurrió en La caraba (1947), dirigida por Julio Saraceni, donde comenzó a forjar un estilo que más tarde definiría su carrera. En los años 50, participó en Mala gente (1952), una comedia dramática protagonizada por Hilda Bernard, y en filmes como Vida nocturna (1955) y Historia de una carta (1957), demostrando su habilidad para interpretar tanto roles cómicos como dramáticos. En Camino al crimen, compartió escena con el icónico Juan Carlos Altavista en una historia que exploraba el género policial.

Una amistad con olmedo que llegó al cine

En los años 80, su presencia en el cine tomó un giro más picaresco gracias a su amistad con Alberto Olmedo, otro grande del humor argentino. Juntos protagonizaron Departamento compartido (1980) y Amante para dos (1981), dos comedias dirigidas por Hugo Sofovich y producidas por Aries Cinematográfica. Estas películas capturaron la picardía y el humor desenfadado que caracterizaban la época.

Pero su vínculo con Olmedo trascendía lo profesional. Aunque sus estilos de humor eran diferentes—Bores con su inteligencia satírica y Olmedo con su comedia física—cuando coincidían en pantalla, la química era innegable.

Departamento compartido (película 1980) - Tráiler. resumen, reparto y dónde ver. Dirigida por Hugo Sofovich | La VanguardiaDepartamento compartido (1980) es una comedia argentina protagonizada por Alberto Olmedo, Tato Bores y Graciela Alfano. La película sigue la historia de Alberto, un vendedor de joyas desordenado cuya esposa lo deja debido a su caótica forma de ser. Sin otro lugar donde vivir, se muda con su amigo Mauricio, un hombre meticuloso y estructurado, dueño de una concesionaria de autos importados.

La convivencia entre estos dos personajes opuestos genera una serie de situaciones hilarantes y enredos cómicos. La película toma inspiración de La extraña pareja, el clásico estadounidense protagonizado por Jack Lemmon y Walter Matthau, adaptándolo con humor argentino y personajes entrañables.

Llena de momentos disparatados, Departamento compartido captura la esencia de la comedia de enredos y la picardía del cine nacional, convirtiéndose en una propuesta divertida que refleja los contrastes de la amistad y la convivencia

Departamento compartido

Amante para dos (1981) es una comedia argentina protagonizada por Alberto Olmedo, Moria Casán y Tato Bores. La historia sigue a Mauricio y Alberto, amigos y compañeros en una compañía de seguros con personalidades opuestas: mientras Alberto es un mujeriego incorregible, Mauricio aparenta ser un esposo serio y fiel. Sin embargo, Mauricio mantiene en secreto una relación con Mónica, una vedette que le exige dejar a su esposa.

Alberto, al descubrir la situación, propone una solución insólita: que Mónica pase a ser su amante en lugar de la de Mauricio. Sin embargo, esta estrategia pronto genera sospechas entre sus esposas y desata una serie de enredos cómicos. Con diálogos ingeniosos y situaciones hilarantes, la película ofrece una visión divertida sobre las relaciones amorosas y la doble moral, al estilo del humor argentino.

Amante para dos

Son alrededor de unas 22 películas en las que participo, algunas de las más importantes de su filmografía:

Películas Más Importantes de Tato Bores

  1. Camino al crimen (1951)
    • Un filme que le permitió explorar el género policial, compartiendo escena con Juan Carlos Altavista.
  2. Mala gente (1952)
    • Una comedia dramática que lo consolidó como un actor reconocido. Su actuación fue clave para su carrera.
  3. Ésta es mi vida (1952)
    • Otra película significativa que muestra su habilidad para combinar el humor con la crítica social.
  4. Vida nocturna (1955)
    • Una película que refleja su versatilidad como actor, abordando temas de la vida urbana.
  5. Historia de una carta (1957)
    • Con una narrativa interesante, esta película es un ejemplo de su trabajo en el cine argentino.
  6. Departamento compartido (1980)
    • Otra colaboración con Olmedo, que capturó la picardía de la época y su estilo humorístico.
  7. Amante para dos (1981)
    • Una comedia picaresca que, junto a Alberto Olmedo, marcó su regreso al cine en los años 80.
  • Vacaciones en la Argentina (1965): Una película que refleja la cultura y el turismo argentino de la época.

Estas películas son representativas de su estilo y contribuciones al cine argentino, mostrando su capacidad para combinar el humor con la crítica social y política

El legado de un ícono 

A pesar de su incursión en el cine, el verdadero impacto de Tato Bores quedó inmortalizado en la televisión, donde revolucionó el humor político con un estilo ágil y mordaz. Sus monólogos, acompañados por el teléfono rojo y la música de fondo, siguen siendo un referente de la crítica social.

Más allá del espectáculo, Bores y su generación marcaron una era. Su talento, ingenio y valentía para desafiar el poder con humor siguen resonando en la memoria colectiva. Su legado no solo se encuentra en los archivos de la televisión o en sus películas, sino en la influencia que dejó en aquellos que continuaron el camino de la comedia con propósito.

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